jueves, 6 de septiembre de 2007

Cuentos

Caperucita se comió las magdalenas de la cesta, se quedó con su abuela, incluso con el cazador y la casita rural. Pero se fue a por el lobo. Ella quería al lobo...

Cenicienta se casó con el príncipe, se libró de sus hermanastras y se quedó con el palacio. Pero finalmente marchó a pegarle un bocado a la calabaza...

Blancanieves formó una comuna con los siete, consiguió el beso del príncipe y derrotó a la malvada madrastra. Pero le robó el espejo espejito...

Y Pulgarcito... y Hansel y Grettel... y las habichuelas...

Que no me vengan con cuentos!!

7 comentarios:

kancerbero dijo...

Y los 3 cerditos... Esos sí que acabaron mal. Una historia de rencores donde las haya.

Baubita dijo...

ya... pero el que la hizo de ladrillo al final fue a buscar la paja que sobró de la casa del hermano. Siempre queremos más...

narcoperuano dijo...

Si es que estos rollos de herencias...ya se sabe. Los repartos no dejan a todos convencidos.

Baubita dijo...

narco...
estoy de acuerdo, pero la cosa va más allá y habla de la eterna insatisfacción, y no sólo por magdalenas y ladrillos, sino por egoísmos aún más profundos... ¿es posible alcanzar la felicidad plena? Es decir, el ser humano tiene en verdad la capacidad de satisfacción real? Yo creo que no. Siempre queremos más. Y los que digan lo contrario los tacho de conformistas... o mentirosos...

:-)

narcoperuano dijo...

Ya.Le seguía la coña a Kancerbero XD.Estoy de acuerdo. Nadie es feliz al 100%. Los que lo dicen mienten o son unos inconscientes que no ven lo que pasa a su alrededor.Se puede tener todo lo que uno quiere hoy, pero ... y mañana.Además no podría ser feliz si, aunque a mi me fuese todo bien hubiese alguien cercano sufriendo o si mi felicidad fuese a costa de alguien.Habría que tener la conciencia anestesiada para eso

arda dijo...

estoy deacuerdo con que al final, todos quieren más. Recuerdo el libro de La rebelión de los animales o la versión de Rebelión en la granja: al final, los cerdos (que son los que mandan en la granja de animales) acaban caminando a 2 patas y jugando a las cartas, cuando en principio se trataba de ser animales sin humanos, y no animales humanizados.
bsos

Baubita dijo...

sí, arda, si es que es así, nuestra felicidad es incompleta... por mucho que tengamos, siempre añoramos. Aunque hay gente que aprende a vivir así. Son los conformistas...