viernes, 18 de noviembre de 2005

En el Círculo Polar


Acabo de ver una vez más Los amantes del Círculo Polar. Preciosa. Pero me ha hecho pensar. Primero, en lo curioso de verla totalmente distinta. La última vez sería hace unos cinco o seis años. Y en aquel momento ya me parecíó preciosa. Me fijé en Nancho Novo, me lié un poco con tanto Ana-Otto Otto-Ana..., me enamoré de Najwa Nimri y se me escapó alguna risilla tonta con la masturbación al aire libre del Fele adolescente.

Hoy ha sido distinto. Bueno, no del todo, porque reafirmé mi amor por Najwa y sigo flipando con Nancho. Pero aunque la película es la misma, yo soy distinta. En mi cabeza flotan otras ideas y a través de mis ojos las cosas ya no se ven igual.


Sí, ha sido distinto. Ver cómo el tiempo rompe la ilusión, quiebra la inocencia y vacía el hogar. Se queda sólo, en casa. Y nada es lo mismo. No hay risas, ni gritos, ni familia alrededor de la mesa. Eso es más triste que todo. La nostalgia, la tristeza, los recuerdos... Y el gran enemigo invencible: el paso del tiempo.

Cuando entro en casa de mi abuela me pongo triste. Ese olor, esos espacios, ese cubito azul. Cierro los ojos y nos imagino jugando otra vez, y peleando, y en la fuente. Ahora está tan cerca y es tan pequeñita... Y yo tan grande. Y entonces sé que algún día no volveré a pisarla. No seré capaz. Lo sé.
Quiero vivir en un Círculo Polar. Allí los días son infinitos. El tiempo se para. Es para siempre. ¿Vienes conmigo?




4 comentarios:

reb dijo...

Yo contigo al fin del mundo.
Y así descubrimos juntas a dónde corren las niñas

Xan dijo...

Fueron muchos veranos, muchos momentos irrepetibles (malos y buenos) y no volverán. Afortunadamente, no hemos perdido el contacto y seguimos creando recuerdos.

Un beso

Baubita dijo...

Graf von dracula, apúntalo arriba de todo en tu lista de propósitos de Año Nuevo, si es que la haces. Si no... ¡Mírala ya! Es un pecado perdérsela!! Un beso, ya me contarás...

Crapúscula dijo...

Es una película impresionante. La única que he visto dos veces en el cine. Me encanta esa añoranza a la hora de escribir... las letras están hechas de nostalgias.