martes, 12 de septiembre de 2006

Suspiros de la infancia

Ayer por la noche disfrutamos de una más que agradable y divertida cena con una pareja de buenos amigos de curro-gracias N. y M. por las risas... y las pastas-. Lo más curioso de la velada fue que consiguiéramos hablar y hablar sin acabar quejándonos del trabajo o de la gente del idem. Algo que, por otra parte, hizo la cena aún más agradable.

La conversación estrella, no me preguntéis cómo surgió el tema, fue la infancia. Me encanta hablar de la infancia, de hecho a veces me entristece, me hace ponerme tontita, como si aún fuera niña. Si tuviera melena seguro que la enredaría con los dedos cada vez que hablo de la infancia. El caso es que en la cena empezamos a recordar los juegos de aquellos años. Cada uno con su versión claro. Porque mientras unas jugábamos a la 'mariola' otras saltaban divirtiéndose con la 'mariquitiña'. Y mientras algunos cantábamos 1,2,3 zapatito inglés otros recitaban 'paloma blanca, paloma negra...' Es genial compartir conversaciones de este tipo. Se me pone esa sonrisa tonta en la boca y me escapan suspiros por cualquier huequecillo. Y recordar la sardina enlatada... ayyyy... qué bien me lo pasaba con ese 'escondite al revés'. o con el baile de los vampiros -bueno, este al parecer no era tan popular- o los míticos 'beso, verdad, consecuencia'. Por cierto, que a estas tres pruebas yo recuerdo que le añadíamos 'mentira y pozo', pero es que no me acuerdo había que hacer en cada una de ellas.

¿Y las canciones? ¿Os acordais del se-se-se que marca el ritmo para los juegos de palmas? Pues en mi barrio teníamos una versión propia: 'se-se-se María José, que tengo sed y chúpate un pie'. Que sí, que sí,... era genial (otro suspiro)

Entre risas, tortilla y claritas de limón transcurrió la cena. Cuando acabó, me fui para cama con una sonrisa en la boca... y un suspiro escapando de los labios. Creo que dormí acurrucada...

3 comentarios:

Marta dijo...

Ayyyyy, esos son síntomas de la vejez. Yo, por ejemplo, me acuerdo mucho de una cinta de cassette que escuchaba de pequeña, de Horacio Pinchadiscos, que era un macaco parecido a Los Lunnis que cantaba sobre las canciones de Parchís. ¡Muy fuerte!. ¿Quien se acuerda?

PepeDante dijo...

Oh Dios. Yo me acuerdo del tal Horacio. Maldita sea mi memoria infalible, porque hasta me acuerdo de la canción: "Horacio!" "¿Qué qué qué?" "¿Cómo te lo montas tíooooo? Sigue con el rock and roooll". Me entran escalofríos.

Marta dijo...

Horacio que que que que!!! No te pares por favoor...
jeje!!